Un sueño para toda la vida
Esta es la historia de un joven quien
dedicaba gran parte de su tiempo libre a la escritura; se sentaba en el marco
de la ventana de su habitación recostado sobre el borde derecho, con
una libreta de apuntes y un lápiz a medio usar, que hacia girar entre
sus dedos mientras no estaba escribiendo; jamas disponía de un horario
determinado, el estaba allí hasta que la luna desaparecía entre
el follaje de los árboles que alcanzaban a verse sobre los tejados
de la casa del frente , sus amigos se extrañaban al ver que una persona
tan joven, prefiriera pasar la noche escribiendo antes que divertirse, aunque
esto nunca fue motivo de burla, por el contrario, ellos siempre lo apoyaron,
pero al igual que lo felicitaban, muchas veces lo criticaron por encerrar
sus escritos en el mundo real, por no dejar que su imaginación volara,
lo cual muchas veces hacia que sus trabajos fueran realmente sosos y faltos
de atractivo para los lectores. Pero Tomy seguía en lo suyo, no quería
escribir sobre cosas que no le hubieran pasado antes, tenia miedo que lo tildaran
de loco.
Cierta noche el chico se disponía a realizar su ritual de casi todos
los días; abrió el cajón de su mesa de noche, sacó
un trozo de tela con el que limpiaba el marco del la ventana antes de sentarse
en él, después de sacudir el polvo notó que su limpiador
ya estaba muy sucio así que en lugar de guardarlo nuevamente lo dejó
sobre la mesa y pensó que seria mejor cambiarlo por uno nuevo, ya que
este aunque le había servido por casi 3 años (que era el tiempo
que llevaba escribiendo) estaba muy usado. Luego se sentó como de costumbre,
pero algo lo hacia sentir incómodo.
- todos los días me siento aquí, siempre veo la casa amarilla
en la esquina del frente, con tres rosales y un naranjo en su antejardín;
en la siguiente calle una tienda de un par de ancianos que solo la abren por
la mañana y en el cielo puedo ver la constelación de Orión
los primeros meses del año -pensaba Tomy-.
Después de esta reflexión decidió que de ese día
en adelante se sentaría del lado izquierdo de su ventana.
Que gran diferencia notó al sentarse en esta posición, ahora
podía ver 4 casas más que junto a la amarilla conformaban una
cuadra; en la esquina, una señal de "pare"; en la cuadra
siguiente había un pequeño parquecillo al que la gente llevaba
a pasear sus perros y en el cielo pudo ver una cantidad de estrellas de cuya
existencia él jamas se había percatado.
Después de dar un vistazo a su nuevo sitio de trabajo, subió
su pie izquierdo sobre la ventana de manera que pudiera apoyar la libreta
sobre su rodilla, luego hizo girar el lápiz entre sus dedos un par
de veces antes de escribir; "nota personal: ver en la enciclopedia los
nombres de las constelaciones". Esto sería lo único que
escribiría en su libreta por esa noche, jugo con su lápiz mientras
veía el lento transcurrir de la luna a través del cielo hasta
quedar completamente cubierta por los árboles que se asomaban sobre
los tejados de las casas vecinas; Tomy no entendía qué le estaba
pasando, era como si de repente se hubieran acabado las palabras para escribir,
como si todas sus vivencias ya hubiesen sido narradas en sus escritos anteriores.
Tal vez era hora de escuchar a sus amigos e ir un poco más allá
de la realidad pero... cómo hacerlo? ...y si no salía bien?
- Es lo que mejor sé hacer- pensaba Tomy- y si fallo haciéndolo
significará que no sé hacer nada bien
La sola idea asustaba al joven quien ahora estaba sentado sobre la cama, tomándose
la cabeza con ambas manos y repitiendo en voz baja y con rabia
- cómo hacerlo?
Tomy no supo cuánto tiempo pasó antes de ser derrotado por el
sueño, pero mientras esto ocurría no dejó de repetir
en voz baja
- cómo hacerlo?.
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